Ventana de Campeones prendió la luz de esperanza para unirse a lucha contra la ELA
La ‘Aleta del tiburón’ se iluminó de verde.
La Ventana de Campeones se iluminó de verde para unirse a la campaña nacional de la lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad que padecen muchos colombianos y que genera efectos degenerativos.
Fue así como la ‘Aleta del tiburón’ hoy mostró nueva iluminación, sencillamente para apoyar la noble iniciativa promovida por la Asociación Colombiana de Esclerosis Lateral Amiotrófica.
“Hoy en el Día Mundial de la ELA en la #VentanaDeCampeones prendimos una luz de esperanza por todas esas personas que luchan día a día contra esta enfermedad. Nos unimos a la campaña una #LuzPorLaELA de @ColombiaELA”, destacó la Ventana de Campeones al exhibir la espectacular iluminación con el verde esperanza.
Según la Asociación Colombiana de Esclerosis Lateral Amiotrófica, una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo de asesorar a pacientes, familiares y cuidadores para enfrentar la enfermedad con la mejor calidad de vida posible, la ELA es una enfermedad neuro-degenerativa en la que las neuronas motoras, un tipo de células nerviosas que controlan el movimiento de la musculatura voluntaria, gradualmente disminuyen su funcionamiento y mueren, provocando debilidad y atrofia muscular comprometiendo la capacidad de movimiento de la persona.
“Inicialmente produce una debilidad muscular, pero ésta progresa hacia la parálisis, afectando la autonomía motora, la comunicación oral, la deglución y la respiración. Como la ELA ataca solamente a las neuronas motoras, el intelecto, el sentido de la vista, del tacto, del oído, del gusto y del olfato, el corazón, los intestinos y los músculos sexuales no se ven afectados. Para muchas personas, los músculos de los ojos y de la vejiga por lo general no son afectados. Generalmente comienza en una región del cuerpo y se extiende a regiones adyacentes hasta que toda la musculatura voluntaria del cuerpo es afectada. Sin embargo, cada individuo vive una experiencia muy diferente, desde los síntomas y la progresión de la enfermedad hasta el período de supervivencia luego del diagnóstico. A menos que elijan recibir ayuda mecánica permanente para la respiración, los pacientes fallecen cuando los músculos que se usan para la respiración ya no cumplen su función. Esto ocurre generalmente entre tres y cinco años después del comienzo de la enfermedad, sin embargo muchas personas viven cinco, diez o más años”, precia la organización.